Para disfrutar el momento de alimentar a tu hijo es aconsejable que tu postura y la de él sea lo más cómoda posible y que estéis los dos muy relajados. Da lo mismo si le vas a dar el pecho o vas a utilizar el biberón, es un ratito mágico en el que os vais a sentir muy unidos física y emocionalmente.
La butaca para la lactancia puede ser un elemento prescindible, pero es muy importante que tu espalda esté perfectamente recta y tengas un buen apoyo lumbar. Vas a pasar mucho tiempo sentada y las contracturas en el cuello y hombros son bastante frecuentes. Nunca te encorves sobre el niño, fuerzas la postura y a la larga vas a tener molestias dorsales y cervicales. Así que elige un buen asiento.
Hay muchos modelos de butacas específicas para la lactancia para elegir. Algunas incluso poseen un mecanismo de balancín que relajará al bebé y también a ti. Además está comprobado que ese movimiento de balanceo favorece la producción de leche.
Ubicación más adecuada para la butaca de lactancia
El lugar más aconsejable para alimentar a tu bebé debe ser un sitio tranquilo. Si el niño tiene su propio dormitorio ese es el mejor lugar para situarla. Piensa que por las noches es muy cómodo dejarle en su cunita sin tener que dar paseos por la casa. Y si va a dormir en vuestro habitación también puedes colocarla si tienes espacio suficiente.
Es muy importante que os situéis lejos de corrientes de aire. Y si puedes coloca cerca una mesita o superficie dónde dejar aquello que puedas necesitar como un vaso con agua, pañuelos, el teléfono…
Una ventaja adicional de la butaca de lactancia es que puedes utilizarla para leerle cuentos en ella y para observar sus juegos una vez que el niño crezca.
Este es un nuestro artículo publicado en Guía Infantil.